De la época de la fundación del monasterio de San Salvador de Celanova sólo resta la Capilla de San Miguel, una pequeña capilla prerrománica de influencia mozárabe consagrada a San Miguel única en su estilo en Galicia.
Situada en la huerta, fue erguida por San Rosendo como santuario-oratorio dedicado a su hermano.
Ocupa veintidós metros cuadrados y mide seis de altura. La nave es de planta rectangular; el crucero está cubierto por una bóveda de arista con un ábside circular en el interior y cuadrado en el exterior.