El yacimiento está a unos dos kilómetros de Celanova, y es uno de los referentes de la cultura de los castros en Galicia.
Su importancia para el estudio arqueológico es tanto por su continuada ocupación en el desde al menos el siglo V a.C. hasta el siglo II d.C., como por la calidad y calidad de artefactos recuperados durante sucesivas escavaciones arqueológicas.
Se han encontrado piezas tan interesantes como el conocido y singular trisquel calado de Castromao, la tábula, la figura zoomorfa, también única, o el tesorillo de monedas del siglo I.