Esta iglesia pertenecía a un monasterio que se cree fundado en el siglo X, ya que, los primeros documentos con referencias al cenobio de Francelos son anteriores a su anexión al monasterio de Celanova, en el siglo XI. Hasta mediados del siglo XII no hay más datos.
La parte más interesante del edificio, es la fachada occidental, que, por su estructura y ubicación de los motivos ornamentales, debió tener otra función en la construcción primitiva.
Algunos autores consideran que la planta del templo prerrománico era basilical con tres naves y que el vano de herradura que hoy actúa como acceso tuviese en realidad la función de arco de triunfo del ábside.
En definitiva, se trata de un templo del siglo X que ha perdurado en el tiempo fragmentado y que, tras observar los restos conservados debió constituir una conjunción de influencias hispano visigóticas, asturianas y mozárabes.