Su edificio más emblemático es una torre medieval de 19 metros de alto, único vestigio de una fortaleza levantada por Santa Ilduara y el conde Gutierre Menéndez, padres de San Rosendo, obispo de Celanova. La fortaleza fue derribada en 1476 por los irmandiños.
La iglesia parroquial fue construida sobre otra de estilo mozárabe por la madre de San Rosendo. En su interior se guarda una de las obras de arte religioso más importante de Galicia, un Cristo románico cuya cruz asemeja un árbol.
En Vilanova se halla el solar del antiguo monasterio de Vilanova de Dozón, fundado por Santa Ilduara y cuya hija Santa Adosinda fue abadesa. Del monasterio sólo se conserva la iglesia monasterial. Su construcción se realizó durante los años 1215-1225.
La
historia de Vilanova dos Infantes siempre estuvo ligada a la de su vecina Celanova,
pues las dos poblaciones pertenecían al patrimonio del Conde Gutierre, padre de
San Rosendo.
La
madre de San Rosendo, Santa Ilduara, fundó en Vilanova un monasterio femenino
en el que ella ingresaría más tarde. Su hija Adosinda llegaría a ser abadesa
del monasterio, y allí procesaron varias damas de la nobleza, entre ellas dos
hijas de Alfonso X.
El
monasterio no se conserva ningún resto ni tampoco de la primitiva iglesia
románica del siglo X sobre la que se construyó el actual templo parroquial.
Sólo se conserva una valiosa talla de un Cristo románico.
La
torre de Vilanova dos Infantes es lo que resta hoy en día de una fortaleza
medieval, cuya importancia defensiva se mantuvo hasta el siglo XVII, siendo
entonces reforzada a causa de las guerras peninsulares.
En
el siglo XIV Enrique el de las Mercedes se la concedió a Juan Rodríguez de Viedma, despues pasó al conde de Monterrey, y a la Casa de Alba.
En época contemporánea se instaló en ella la
casa del Concello de Vilanova hasta su anexión con la vecina Celanova.