La ciudad de Ourense se extiende en la actualidad por los dos márgenes del río Miño; sus orígenes se remontan según autores a un asentamiento romano motivado por la presencia de fuentes de agua caliente (Burgas), y la protección y usufructo de uno de los más fáciles vados del río.
Tras la desmembración del imperio Romano, Ourense formó parte del reino suevo entre los siglos V a VII, siendo destruida por los musulmanes en 716; tras ser reconstruida por Alfonso III, en 877, sufrió las invasiones vikingas y los ataques de las tropas de Al-Mansur, permaneciendo asolada la ciudad; hasta la repoblación impulsada por Sancho II de Castilla y su hermana Doña Elvira, en el siglo XI.
Muchos viajeros que pasan por Ourense visitan su barrio medieval, con sus calles estrechas y pequeñas plazas.
La Plaza Mayor es el centro de la vida de la ciudad, con sus tiendas en los soportales y el modesto pero bonito edificio del Ayuntamiento. También digno de mención es el antiguo palacio episcopal, que ahora aloja el Museo Arqueológico Provincial y suyas colecciones de objetos de la Edad del Bronce, romanos y románicos.
Lo más importante monumento de Ourense es la catedral; fundada en 572 y reconstruida en el siglo XIII, siendo la segunda más antigua de Galicia.
El río Miño es atravesado en Ourense por una de los más notables puentes de España, a Ponte Vella; de fundación romana, fue reconstruida por el obispado en 1230 y frecuentemente reparado y modificado desde entonces; tiene siete arcos y un vano central de 45 metros de luz.
Además no nos podemos olvidar del otro gran atractivo de la ciudad, sus aguas termales a las orillas del Miño hay diversas bañeras termales gratuitas asi como dos complejos termales de pago A Chavasqueira y Outariz.