Siguiendo la carretera OU-540 después de la población de Bande, hacia el Sur, a la altura del pueblo de Os Baños, hay un desvió a la izquierda por una pista, con el destino que nos ocupa bien señalizado, después de unos cientos de metros hasta la ribera del embalse de As Conchas nos encontramos con los cimientos de lo que fue en su día el campamento de la III cohorte de la Legio Gemina VII, con base en León.
Este Castra estuvo ocupado desde finales del siglo I a mediados del siglo II y es uno de los dos campamentos romanos conocidos en Galicia, el otro es el de Cidadela en Sobrado dos Monxes, Lugo.
Tras varias campañas de excavaciones arqueológicas, que aun continúan, fueron quedando a la vista diversas partes del campamento, como el cuartel general del mismo, los almacenes y los barracones de los soldados.
Antes de llegar al yacimiento podemos visitar el centro de interpretación en el que veremos una pequeña exposición de objetos exhumados en el yacimiento, mapas y videos que nos ayuden a comprender el contexto geográfico e histórico del lugar.
Unos metros antes del centro de interpretación, veremos una curiosa casa, construida al estilo de la arquitectura romana y que es la residencia para los arqueólogos durante las campañas de excavación.
Una vez documentados nos dirigimos al campamento a unos 100 metros, observando sus murallas reconstruidas y los arcos de una de de las puertas como debía de ser en su época de ocupación, impresiona la organización del espacio y lo bien distribuido que esta todo.
Si continuamos el camino que sigue de largo, un poco más allá vemos los cimientos de una mansio viaria, que a la manera de los hostales de hoy en día, se situaban a lo largo de la vía romana intercalados por una jornada de camino.
Pero la visita no se acaba aquí, mas adelante están los restos del antiguo pueblo de Baños, estación termal desde la antigüedad hasta que fue inundado por el embalse.
Y donde aun podemos disfrutar de un baño en sus aguas termales a 48 grados º de temperatura, con propiedades salutíferas dermatológicas entre otras.
Hay que destacar el bonito bosque autóctono con robles y encinas que se extiende desde la orilla del embalse hasta la carretera.
Una visita muy completa conociendo un poco más del pasado romano de la zona con la posibilidad de un baño termal al aire libre ,y todo gratuito.
Lo malo es que en las temporadas que el embalse está lleno, apenas se puede ver la mitad del yacimiento y las termas están cubiertas por el agua embalsada del rio Limia.