Santa Mariña de Augas Santas es una pequeña población remanso de tranquilidad típico en el rural ourensano, formada por casas de excelente cantería alrededor de su imponente iglesia románica de tres ábsides.
Es un románico imponente, robusto pero esbelto, con unas líneas limpias ascendentes buscando la verticalidad.
La iglesia está flanqueada en su lado norte por el palacio episcopal, residencia de verano de los obispos de Ourense, hoy casa rectoral, con una elaborada escalera de acceso vigilada por dos pétreos guardianes, el atrio que se extiende por su parte este desemboca en una caudalosa fuente de dos caños cuya surgencia vierte en un canal que la desagua aprovechada en un lavadero tradicional, a los que da sombra un roble centenario, acompañado por el tronco seco y vacio de otro.
Se respira quietud y sosiego con el sonido de la brisa, mezclado con la conversación lejana de tres señoras sentadas al sol y los ladridos de unos inquietos perros, interrumpido puntualmente por el tañido de las poderosas campanas.
